La lipoescultura es un procedimiento médico profesional para moldear el cuerpo de un paciente a través de la liposucción. Ésta es una técnica utilizada para la extracción de grasa localizada en ciertas partes del cuerpo humano, es conveniente aclarar que dicho método no adelgaza sino directamente extrae tejido graso de una zona específica mediante la cirugía.
Las zonas comunes en las que se la practica son abdomen alto, abdomen bajo, cara interna y posterior de muslos, parte posterior de brazos, cintura y espalda.
Para poder someterse a una lipoescultura el paciente deberá realizarse exámenes de laboratorio, una valoración por el anestesiólogo y una serie de estudio fotográficos para evaluar la condición de la persona.
Con respecto a la anestesia, esta puede ser administrada de forma local o general, dependiendo siempre de la zona en el que se llevará a acabo la cirugía. La operación tiene una duración de dos a tres horas reloj y es de carácter ambulatoria.
El postoperatorio es una etapa importante, pues debe suministrarse antibióticos, antiinflamatorio y analgésicos. En las horas siguientes a la intervención ocurre una supuración de líquido, a veces sanguinolento, que escapa al exterior por medio de los orificios de incisión. La operación se lleva a cabo con pequeñas cánulas que están conectadas a un aparato especial que realiza la succión. Los orificios por los que ingresan al cuerpo son la única evidencia de cicatriz y son de por sí pequeños
Pasados dos o tres días el paciente deberá volver a realizarse una examinación por parte del cirujano. Además utilizará un vendaje durante las siguientes ocho semanas acompañado por terapia de masajes, drenaje linfático y evaluaciones destinadas a evitar la incorrecta cicatrización del tejido interno. Los resultados finales pueden verse a partir de los dos meses posteriores a la intervención.